viernes, 20 de febrero de 2009

Empezar

Y abrí las puertas de mi sótano y desde el primer escalón le grité a la oscuridad:
BASTA!
BASTA!
BASTA YA!




Y me senté a ver como se abría paso la luz.

2 comentarios:

Hole in my Soul dijo...

Basta ya de tanta oscuridad, aunque la oscuridad me gusta, y mucho. Cuando ella está yo medito.
Ahí subí algo de piscis y ahora huyo rauda por el horizonte porque me persiguen los cumpleaños.
Y sí, eso es para el pez que tanto me inspira. Este pez sí que me eeeeeeeeencanta, como ningún otro.
Te adoro yegua, volveré y leeré eso de los cuentos que Daniel te cuenta, porque me lo perdí, mientras que no sea algo de Daniel "cielito" Martínez, jajaj la tengo con él, todavía.

Besos, y empezamos a festejar a partir de ahora. Los peces somos más!

Anónimo dijo...

Que extraño gritarle a la oscuridad, cuando es la abanderada del silencio y la parsimonia, en fin, de la tranquilidad. La gente suele gritar contra el ruido para callarlo, irónicamente intentando remediar el problema por la misma vía. Pero no me extraña tanto si viene de vos, siempre atenta por echar luz sobre rincones oscuros que habitan en las personas para recordarles que pueden transformar ese espacio olvidado en un lugar más felíz.

Saludos saludos!