jueves, 21 de enero de 2010

El mismo sueño

Otra vez el mismo kimono acostado arriba de esta misma piel. El gato tan maullante resbalándose en la seda. El arte grande adornando una casa chica... Una chica casa donde yo descansaba mi piel dentro de un kimono de seda lleno de flores de tantos colores y maravillas bordadas y un gran gato, algo blanco y algo negro, se me caía de los brazos porque no se llevaba muy bien con la tela de mi vestido japonés que me hacía cosquillas en la piel que absorvía arte por sus poros y la casa tan tan chica parecía brillante, de purpurinas de un millón de colores...

jueves, 14 de mayo de 2009

(Viajar)

..
... Dejo estos montes



y me voy al mar...

..

miércoles, 6 de mayo de 2009

En un papelito se lee una poesía y abajo (arriba) mi estado actual





Si para recobrar lo recobrado
debí perder primero lo perdido,
si para conseguir lo conseguido
debí haber sufrido lo sufrido,
si para estar enamorado
fue menester primero estar herido,
tengo por bien sufrido lo sufrido,
tengo por bien llorado lo llorado,
porque, después de todo, he comprobado
que no se goza bien de lo gozado
sino después de haberlo padecido;
porque, después de todo, he comprendido
que lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.




... Bailo sobre mi núcleo, saboreo con mi ser la felicidad...

martes, 3 de marzo de 2009

El Principito

En efecto, en el planeta del principito había, como en todos los planetas, hierbas buenas y hierbas malas. Por consiguiente, de buenas semillas salían buenas hierbas y de las semillas malas, hierbas malas.

Pero las semillas son invisibles; duermen en el secreto de la tierra, hasta que un buen día una de ellas tiene la fantasía de despertarse. Entonces se alarga extendiendo hacia el sol, primero tímidamente, una encantadora ramita inofensiva.

Si se trata de una ramita de rábano o de rosal, se la puede dejar que crezca como quiera. Pero si se trata de una mala hierba, es preciso arrancarla inmediatamente en cuanto uno ha sabido reconocerla.

En el planeta del principito había semillas terribles… como las semillas del baobab. El suelo del planeta está infestado de ellas. Si un baobab no se arranca a tiempo, no hay manera de desembarazarse de él más tarde; cubre todo el planeta y lo perfora con sus raíces. Y si el planeta es demasiado pequeño y los baobabs son numerosos, lo hacen estallar.

"Es una cuestión de disciplina, me decía más tarde el principito. Cuando por la mañana uno termina de arreglarse, hay que hacer cuidadosamente la limpieza del planeta. Hay que dedicarse regularmente a arrancar los baobabs, cuando se les distingue de los rosales, a los cuales se parecen mucho cuando son pequeñitos. Es un trabajo muy fastidioso pero muy fácil".


Arrancar los baobabs implica deshacerse de lo malo y dejar crecer en paz lo bueno... Que distinto sería el mundo si cada uno de los humanos nos dedicaramos como el Principito a arrancar los baobabs todas las mañanas... Seriamos más felices individualmente y entonces dejarían de resonar tanta maldad egoísta... Existiría internamente sólo la elección correcta de lo verdadero, aunque sea lo dificíl, nadie optaria por los caminos destructivos, por lo falso...

jueves, 26 de febrero de 2009

Cartita

Esta carta va a hacer que tengas tantas ganas de vivir, que nada ni nadie te la pueda anestesiar.
Va a hacer que sientas que la libertad no es algo que nos llega de afuera, una imposicion, un regalo, sino que es algo que tenemos adentro, que nos pone alas en la mente y en el corazon.La que sale a volar es el alma…y a esa alma no la hieren las mentiras, porque no le llegan.
Cada palabra de esta carta es una armadura para que te defienda.

Cada letra es ahora una hora de un recuerdo que no queres que se pierda: un poquito de infancia de la casa de la abuela, un ratito de la noche en que nuestra prima mayor se quedaba a dormir en casa y escuchabamos embobadas sus historias de amores y de bailes, y es mama adornando con rositas la torta de nuestro cumpleaños, y es la abuela enseñandonos a tejer pacientemente, y es la maestra de quinto grado tan linda y alta y elegante y tierna poniendonos en el cuaderno un muy bien diez, y es el cuaderno de tapas duras en el que copiabamos poemas y frases de autores famosos…un cuaderno que era mas que un diario intimo y nos reflejaba mejor que una fotografia.Que se yo. Transforma cada palabra en lo que quieras. En un recuerdo, en una persona, en una esperanza, en un regreso.
¿Por qué no en un regreso…si al final las historias son un poco circulos concentricos que se van repitiendo, unidas en un punto que quien sabe cual es?.

Pero acordate que esta carta te la escribi yo. Que te tuve en cuenta. Que se que estas ahí. Que cuando escribo siempre estoy buscando algo para dejar entre tus manos.Y vos sabes donde podes encontrarme. Triste, o contenta, enamorada, o rota, pero cercana y tibia y toda, toda, de verdad, en estas palabras.


Cuando uno se cae vienen las manos cálidas a acariciar...
Vas a detestarme porque subo tu cartita, vas a decirme "AyMariana, sacala, sacala" y la cartita va a quedarse en mi blog y en mi mesa de luz y en mi cuello colgada como un amuleto de besos que combaten el frío de esas almas que están helando a mi alrededor...



Te quiero y te quiero..
(Cada vez más, cada vez más...)

viernes, 20 de febrero de 2009

Empezar

Y abrí las puertas de mi sótano y desde el primer escalón le grité a la oscuridad:
BASTA!
BASTA!
BASTA YA!




Y me senté a ver como se abría paso la luz.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Los cuentos que Daniel me cuenta


Saca del bolsillo palabras mágicas, se acomoda en la silla mientras en la garganta se le juntan las letras y empieza así:


"Había un sabio que siempre se sentaba a la orilla del mar, en un médano y meditaba todo el día; desde las alturas vio, un día, a un hombre que juntaba las almejas que estaban en la orillas y las devolvía al mar... Pasados los días, el sabio seguía viendo al mismo hombre hacer lo mismo, entonces se decidió a bajar y preguntarle que es lo que estaba haciendo y el hombre respondió que si no las tiraba al mar, las almejas morirían y el sabio, mirando a lo largo de la costa gritó - Vos estás loco! Jamás vas a salvar a todas las almejas que están en la costa. Mirá cuantas son!- El hombre levanto una almeja más de la arena y tirándola al mar respondió -No salvaré a todas, pero para esa almeja fue muy importante lo que hice". "No podemos salvar a todas las personas, hay muchas que incluso no quieren ser salvadas pero si podemos salvar a una sola todo lo que hacemos tiene sentido"


"Iba un nene caminando con su padre, y el padre le pregunta -Qué ruido escuchás además del canto de los pájaros?- El chico después de unos segundos respondió que también oía que se acercaba una carreta, el padre afirmó y agrego -Viene una carreta vacía- Y cómo sabés que está vacía si aún no la vemos. El padre contó que una carreta hace mucho ruido cuando está vacía. Pasados los años, el nene hecho hombre aún recuerda a su padre hablando de la carreta cuando ve a una persona hablando de más, siendo inoportuna, interrumpiendo un diálogo o hablando todo el tiempo de sí mismo". "El vacío es muy facíl de distinguir, la gente que hace mucho ruido es porque está completamente vacía. Incluso, hay personas que superficialmente parecen felices, pero uno jamás puede saber lo que habita en un corazón, muchos sufren y ni hacen ruidos porque aunque están vacios, la carreta no se mueve, no anda"



Terminadas las nuevas historias, sonríe con calidez y punto y aparte.