jueves, 14 de mayo de 2009

(Viajar)

..
... Dejo estos montes



y me voy al mar...

..

miércoles, 6 de mayo de 2009

En un papelito se lee una poesía y abajo (arriba) mi estado actual





Si para recobrar lo recobrado
debí perder primero lo perdido,
si para conseguir lo conseguido
debí haber sufrido lo sufrido,
si para estar enamorado
fue menester primero estar herido,
tengo por bien sufrido lo sufrido,
tengo por bien llorado lo llorado,
porque, después de todo, he comprobado
que no se goza bien de lo gozado
sino después de haberlo padecido;
porque, después de todo, he comprendido
que lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.




... Bailo sobre mi núcleo, saboreo con mi ser la felicidad...

martes, 3 de marzo de 2009

El Principito

En efecto, en el planeta del principito había, como en todos los planetas, hierbas buenas y hierbas malas. Por consiguiente, de buenas semillas salían buenas hierbas y de las semillas malas, hierbas malas.

Pero las semillas son invisibles; duermen en el secreto de la tierra, hasta que un buen día una de ellas tiene la fantasía de despertarse. Entonces se alarga extendiendo hacia el sol, primero tímidamente, una encantadora ramita inofensiva.

Si se trata de una ramita de rábano o de rosal, se la puede dejar que crezca como quiera. Pero si se trata de una mala hierba, es preciso arrancarla inmediatamente en cuanto uno ha sabido reconocerla.

En el planeta del principito había semillas terribles… como las semillas del baobab. El suelo del planeta está infestado de ellas. Si un baobab no se arranca a tiempo, no hay manera de desembarazarse de él más tarde; cubre todo el planeta y lo perfora con sus raíces. Y si el planeta es demasiado pequeño y los baobabs son numerosos, lo hacen estallar.

"Es una cuestión de disciplina, me decía más tarde el principito. Cuando por la mañana uno termina de arreglarse, hay que hacer cuidadosamente la limpieza del planeta. Hay que dedicarse regularmente a arrancar los baobabs, cuando se les distingue de los rosales, a los cuales se parecen mucho cuando son pequeñitos. Es un trabajo muy fastidioso pero muy fácil".


Arrancar los baobabs implica deshacerse de lo malo y dejar crecer en paz lo bueno... Que distinto sería el mundo si cada uno de los humanos nos dedicaramos como el Principito a arrancar los baobabs todas las mañanas... Seriamos más felices individualmente y entonces dejarían de resonar tanta maldad egoísta... Existiría internamente sólo la elección correcta de lo verdadero, aunque sea lo dificíl, nadie optaria por los caminos destructivos, por lo falso...

jueves, 26 de febrero de 2009

Cartita

Esta carta va a hacer que tengas tantas ganas de vivir, que nada ni nadie te la pueda anestesiar.
Va a hacer que sientas que la libertad no es algo que nos llega de afuera, una imposicion, un regalo, sino que es algo que tenemos adentro, que nos pone alas en la mente y en el corazon.La que sale a volar es el alma…y a esa alma no la hieren las mentiras, porque no le llegan.
Cada palabra de esta carta es una armadura para que te defienda.

Cada letra es ahora una hora de un recuerdo que no queres que se pierda: un poquito de infancia de la casa de la abuela, un ratito de la noche en que nuestra prima mayor se quedaba a dormir en casa y escuchabamos embobadas sus historias de amores y de bailes, y es mama adornando con rositas la torta de nuestro cumpleaños, y es la abuela enseñandonos a tejer pacientemente, y es la maestra de quinto grado tan linda y alta y elegante y tierna poniendonos en el cuaderno un muy bien diez, y es el cuaderno de tapas duras en el que copiabamos poemas y frases de autores famosos…un cuaderno que era mas que un diario intimo y nos reflejaba mejor que una fotografia.Que se yo. Transforma cada palabra en lo que quieras. En un recuerdo, en una persona, en una esperanza, en un regreso.
¿Por qué no en un regreso…si al final las historias son un poco circulos concentricos que se van repitiendo, unidas en un punto que quien sabe cual es?.

Pero acordate que esta carta te la escribi yo. Que te tuve en cuenta. Que se que estas ahí. Que cuando escribo siempre estoy buscando algo para dejar entre tus manos.Y vos sabes donde podes encontrarme. Triste, o contenta, enamorada, o rota, pero cercana y tibia y toda, toda, de verdad, en estas palabras.


Cuando uno se cae vienen las manos cálidas a acariciar...
Vas a detestarme porque subo tu cartita, vas a decirme "AyMariana, sacala, sacala" y la cartita va a quedarse en mi blog y en mi mesa de luz y en mi cuello colgada como un amuleto de besos que combaten el frío de esas almas que están helando a mi alrededor...



Te quiero y te quiero..
(Cada vez más, cada vez más...)

viernes, 20 de febrero de 2009

Empezar

Y abrí las puertas de mi sótano y desde el primer escalón le grité a la oscuridad:
BASTA!
BASTA!
BASTA YA!




Y me senté a ver como se abría paso la luz.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Los cuentos que Daniel me cuenta


Saca del bolsillo palabras mágicas, se acomoda en la silla mientras en la garganta se le juntan las letras y empieza así:


"Había un sabio que siempre se sentaba a la orilla del mar, en un médano y meditaba todo el día; desde las alturas vio, un día, a un hombre que juntaba las almejas que estaban en la orillas y las devolvía al mar... Pasados los días, el sabio seguía viendo al mismo hombre hacer lo mismo, entonces se decidió a bajar y preguntarle que es lo que estaba haciendo y el hombre respondió que si no las tiraba al mar, las almejas morirían y el sabio, mirando a lo largo de la costa gritó - Vos estás loco! Jamás vas a salvar a todas las almejas que están en la costa. Mirá cuantas son!- El hombre levanto una almeja más de la arena y tirándola al mar respondió -No salvaré a todas, pero para esa almeja fue muy importante lo que hice". "No podemos salvar a todas las personas, hay muchas que incluso no quieren ser salvadas pero si podemos salvar a una sola todo lo que hacemos tiene sentido"


"Iba un nene caminando con su padre, y el padre le pregunta -Qué ruido escuchás además del canto de los pájaros?- El chico después de unos segundos respondió que también oía que se acercaba una carreta, el padre afirmó y agrego -Viene una carreta vacía- Y cómo sabés que está vacía si aún no la vemos. El padre contó que una carreta hace mucho ruido cuando está vacía. Pasados los años, el nene hecho hombre aún recuerda a su padre hablando de la carreta cuando ve a una persona hablando de más, siendo inoportuna, interrumpiendo un diálogo o hablando todo el tiempo de sí mismo". "El vacío es muy facíl de distinguir, la gente que hace mucho ruido es porque está completamente vacía. Incluso, hay personas que superficialmente parecen felices, pero uno jamás puede saber lo que habita en un corazón, muchos sufren y ni hacen ruidos porque aunque están vacios, la carreta no se mueve, no anda"



Terminadas las nuevas historias, sonríe con calidez y punto y aparte.

martes, 17 de febrero de 2009

Otro mundo posible

Y dice Zygmunt Bauman: "... En primer lugar como incertidumbre tiene que ver con la confianza en las instituciones, con el cálculo de los riesgos en que incurrimos y del cumplimiento de las expectativas. Pero para calcular correctamente estos riesgos se necesita un entorno estable, y cuando el entorno no lo es entonces se da la incertidumbre. Un joven decide estudiar con la esperanza de que se convertirá en alguien con unas habilidades que serán apreciadas por la sociedad. Pero todos estos esfuerzos no dan ningún fruto, ya que la sociedad ya no necesita individuos con estas habilidades. En segundo lugar, como la inseguridad, y tiene que ver con el lugar social de cada cual, con las relaciones personales, las afinidades electivas, con los individuos que seleccionamos de entre la masa para tener relación personal. Para establecer estas relaciones son necesarias por lo menos dos personas, pero para romperlas basta con uno. Esto nos mantiene en un estado de inquietud, ya que no sabemos si a la mañana siguiente nuestro compañero habrá decidido que ya no quiere saber nada más de nosotros. El tercero es el problema de la vulnerabilidad, de la integridad corporal, y de nuestras posesiones, de mi barrio y de mi calle...". Conceptualizaciones sobre la modernidad líquida en la que todo se disuelve.


Y dice mi primititita: "... Mari, la letra en cursiva la usan las viejas cuando usan por primera vez el msn... Tu nick es de vieja... Estás vieja!... Le ponemos al blog algo de música... Eso es tango! No estás tan vieja como para escuchar tango... Te cambio el color de fondo y le pongo unos dibujitos... No te gustan las fotos de pastelitos de muchos colores?...". Análisis adolescente de la vejez prematura de alguien de 25 para una chica de 15.

Y dice mi madre adoptiva budista: "... Ay Mariana... Sí, entiendo, crecer duele un poco... Y fijate, vos te quejas mucho de vos misma pero mira el corazón gigante que tenés y la sinceridad con la que ayudas a las personas a estar bien; ellos lo sienten y por eso te siguen tanto... No quedan personas tan puras de corazón y de espíritu como vos... Venite a casa después de las 7 así hablamos un ratito... Bueno, venite mañana sino o pasado, pero vení que tengo ganas de verte..." Si bien, madre hay una sola, las que te adoptan por cariño te llenan de igual manera de mimos y caricias protectoras y palabras alentadoras.

Y dice mi prima Pao: "... Precisamente porque no podes ponerlo en palabras es porque está desordenado y en la medida que puedas identificarlo verbalmente va a ir adquiriendo un orden. Uno al escucharse diciendo algo puede verlo de otra forma... Cuando yo era chica... Pero no se como explicarlo" Estudiar psicología no lleva a las puertas de la sanidad mental pura y también ellos hacen terapias vulgares de hablar de lo que invada primero al corazón entre mates feos y cigarrillos oxidados.

Y digo yo: Claro que creo firmemente en la concreción material de otro mundo, de este mundo transformado, de las cicatrices sanadas y curadas a partir de la comunicación, de los abrazos que arrancan las tristezas, del acompañamiento al dolor y a los procesos ajenos... Puede que algunas cosas actuales estén tan cagadas que de miedo la realidad pero las fuerzas siempre deben impulsar a algo mejor, desde uno, desde el trabajo forzoso de trabajarse para ser mejor y poder brindarse con virtudes y defectos, abrirse de par en par como si uno fuera una puerta a otro camino y agarrar las manos de los demás y empezar a construir en esa solidaridad, en esos lazos unidos...
Bauman escribió sus análisis sociológicos a los 80 años, aporte indestructible para un mundo mejor desde la mirada de un hombre con tantos pasos como sabias arrugas en el cuerpo. Mi primititita lucha contra su adolescencia, eligiendo entre los caminos conocidos y por conocer, aun sin miedo va suelta y cree ser libre, crece bajo mi mirada protectora de policía espiando por una ventana. Mi madre adoptiva budista que subida a sus 50 aún lucha por la paz y felicidad de todos y en su rostro hay tanta luz de plenitud, de vivir de acuerdo a lo que dicta su corazón y su moral, de no andar por caminos erróneos y de siempre ayudar, jamás destruir. Mi prima Pao, prototipo de una neurótica que se intenta curar con sus lecturas psicológicas, que pelea con un hijo de la mano para impulsar cambios en su mente, que se debate a diario entre la locura y la cordura, entre el rivotril y las salidas al sol y cada día superpone lo mejor de sí con lo peor y en esa misma circunstancia no deja de batallar contra el monstruo que el sol le pone de frente cada mañana...

El fin es caminar de la imperfección a la perfección, por más que nunca se llegue al puerto, el sólo hecho de transladarse un poco ya es fin; lo importante es no hacer el camino inverso, no irse para el lado de la destrucción. La modificicación propia es lo que cambia también el ambiente, incluso al universo... Todo está tan unido que en el momento que uno hace algo por sí mismo está haciendo algo por todos lo demás. Ahí empieza el cambio, el otro mundo posible, desde uno y con las manos puestas en las causas ajenas para ayudar. Y porque creo firmemente en esto, batallaré hasta el último de mis días en la primera línea de está revolución aguerrida por la paz y la felicidad de la humanidad... Desde mi lugar, intentando convencer a mis defectos de que es la hora de dormir, tratando de que mis virtudes se hagan grandes, avanzando siempre por el camino de mi verdad...





martes, 10 de febrero de 2009

Mi barrio





Tan sólo una lluvia fuerte de verano y caminar. La magia desparramándose arriba de todo lo animado y lo inanimado, una voz descolgándome de mis sentimientos más profundos "Que haces, loca! Te estás re mojando", giré mi cuello y un rostro tan conocido, tan sabido de memoria que si fuera más dúctil con el lápiz podría dibujarlo con los ojos cerrados; saludé y con una sonrisa cálida pregunto "Cómo andás?", respondí "Bien" sin ponerme a hablar de más, aunque la lluvia meritaba una buena charla de vida a vida, yo tenía algo más importante que hacer: ser una gota más que caía y en el mismísimo momento del choque: Paf! La nueva realidad de millones de bastas y tantos si y otros no y la suprema existencia natural.





Caminé y fui gota mojada y agua que resbalaba y, húmeda en mi estado cronopio, empecé a llorar empapada de recuerdos... El barrio. La infancia y esas distancias que venía recorriendo que parecían lejanas, la adolescencia que acortó los caminos y entrelazo las distancias... Y, hoy, yo caminando mujer entera por esos lugares que jamás cambiaron y aún así se saben cada día distintos. Isidro Casanova y yo estábamos iniciando la suprema despedida y no podía ser de otra forma, teníamos que empezar a decirnos adiós y a besarnos las manos bajo una lluvia cálida sin nadie más en las veredas y si testigos ocultos de ventanas cerradas.




Alberto parado en una vereda, "Vení, pasa, estás hecha sopa!". Sus manos de ya más de 60 años, arrugadas, cansadas y a su vez, energicamente jóvenes, me alcanzaron una toalla. Una hora escuchando sus historias de "Cuando yo tenía tu edad..." que tanto me divierten y después los consejos que siguen bajo su refrán "A vos te voy a sacar buena". Tantas palabras dichas en confidencia, a 15 cuadras de mi casa, a 4 de la plaza... Ahí mismo, en la eternidad.



Volver a la calle, sonrisas melancólicas y ya no más lluvia, acercarme de a poco a casa y dejar en el camino varios saludos... Doblar, media cuadra a la derecha y ver la calle que supo ser de tierra en mis primeros años, Lala contándole a Noemí las últimas novedades del barrio. "Hola". Mi barrio proletario, mi rinconcito caliente en el mundo, el lugar de los recuerdos; el 96 siempre hasta las pelotas; Don Juan enfrente de casa, sentado todos los días en su patio y saludándome cada vez que salgo o entro a casa; los perros de la calle que comen en todas las casas; los nenes que conozco desde que nacieron; los viejos que me conocen desde que nací y siempre me cuentan anécdotas de cuando era chica; justo justo enfrente la casa de mi novio de jardín; mis mejores amigas de bombachas en la vereda a los 3 o 4 años; las calles donde veo a mi primititita andar tarde y después la aburro con monólogos de mis años adolescentes con drogas y dolores en el alma; escuchar desde adentro de casa el grito casi diario de mi tío Carlos para que encerremos a Jazz y así pueda entrar; las salidas a la vereda en pijama; las vías que me alejan de mi mejor amiga; la casa de mi madre budista a media cuadra; las estrellas de verano que se ven muy bien acá según Arián; la luna tan baja; la puerta de mi casa siempre abierta para quién quiera pasar...





Belleza


Las noches estrelladas y los dedos señalando la inmensidad tratando de atrapar un rato de eternidad, de poner enumerar humamente lo magníficamente infinito...

lunes, 26 de enero de 2009

Luz Natural Interna

Sufra todo lo que tenga que sufrir;
goce todo lo que tenga que gozar,
considere a la alegría y a la tristeza como partes de la vida.
Y, pase lo que pase, siga invocando
nam myoho rengue kio.











(Foto de Uli robada a sensei Kuantum)


miércoles, 7 de enero de 2009

... Y volver...

Una vez leí por algún papel lejano "Quién dijo que crecer es facíl?" y no recuerdo dónde me encontró esa pregunta ni tampoco las veces que vino hasta mí en distintos soportes. A esa pregunta (vacía de certeza) la edificó bajo la conceptualidad movediza del sentido común y la nombro en cada boca humana saboreadora de derrotas.

Por mi parte, me cansé de afirmar rotundamente que mis estados, y todo lo que en ellos entra que es algo tan absoluto como la misma noción de ser, eran justificados únicamente porque estaba creciendo y que esa, precisamente, no era una bastarda excusa sino un bendito proceso.

"A dónde irá a parar la rueda?" Y, por qué creer que la rueda va a parar? Por qué va a detenerse pudiendo seguir? Depende de que rueda y la finalidad que la accionó, y su finalidad que la parará o que la empujará mucho más allá.

Crecer dolorosamente y arriba de una rueda para terminar cabalgando sobre el mismo ser, para ser y que esa sea la finalidad... Le agregaría la lucha diaria por la paz y felicidad de todos, el entregarse a eso como a uno mismo... Un par de abrazos... Y el resto deja de existir, está presente en la suprema existencia universal.