Y dice
Zygmunt Bauman: "... En primer lugar como incertidumbre tiene que ver con la confianza en las instituciones, con el cálculo de los riesgos en que incurrimos y del cumplimiento de las expectativas. Pero para calcular correctamente estos
riesgos se necesita un entorno estable, y cuando el entorno no lo es entonces se da la incertidumbre. Un joven decide estudiar con la esperanza de que se convertirá en alguien con unas habilidades que serán apreciadas por la sociedad. Pero todos estos esfuerzos no dan ningún fruto, ya que la sociedad ya no necesita individuos con estas habilidades. En segundo lugar, como la inseguridad, y tiene que ver con el lugar social de cada cual, con las relaciones personales, las afinidades electivas, con los individuos que seleccionamos de entre la masa para tener relación personal. Para establecer estas relaciones son necesarias por lo menos dos personas, pero para romperlas basta con uno. Esto nos mantiene en un estado de inquietud, ya que no sabemos si a la mañana siguiente nuestro compañero habrá decidido
que ya no quiere saber nada más de nosotros. El tercero es el problema de la vulnerabilidad, de la integridad corporal, y de nuestras posesiones, de mi barrio y de mi calle...".
Conceptualizaciones sobre la modernidad líquida en la que todo se disuelve.
Y dice mi
primititita: "...
Mari, la letra en cursiva la usan las viejas cuando usan por primera vez el
msn... Tu
nick es de vieja... Estás vieja!... Le ponemos al blog algo de música... Eso es tango! No estás tan vieja como para escuchar tango... Te cambio el color de fondo y le pongo unos
dibujitos... No te gustan las fotos de
pastelitos de muchos colores?...".
Análisis adolescente de la vejez prematura de alguien de 25 para una chica de 15.
Y dice mi madre adoptiva budista: "... Ay Mariana... Sí, entiendo, crecer duele un poco... Y
fijate, vos te quejas mucho de vos misma pero mira el corazón gigante que
tenés y la sinceridad con la que
ayudas a las personas a estar bien; ellos lo sienten y por eso te siguen tanto... No quedan personas tan puras de corazón y de
espíritu como vos...
Venite a casa
después de las 7 así hablamos un ratito... Bueno,
venite mañana sino o pasado, pero
vení que tengo ganas de verte..." Si bien, madre hay una sola, las que te adoptan por cariño te llenan de igual manera de mimos y caricias protectoras y palabras alentadoras.
Y dice mi prima
Pao: "... Precisamente porque no
podes ponerlo en palabras es porque está desordenado y en la medida que puedas identificarlo verbalmente va a ir adquiriendo un orden. Uno al escucharse diciendo algo puede verlo de otra forma... Cuando yo era chica... Pero no se como explicarlo" Estudiar psicología no lleva a las puertas de la sanidad mental pura y también ellos hacen terapias vulgares de hablar de lo que invada primero al corazón entre mates feos y cigarrillos oxidados.
Y digo yo: Claro que creo firmemente en la concreción material de otro mundo, de este mundo transformado, de las cicatrices sanadas y curadas a partir de la comunicación, de los abrazos que arrancan las tristezas, del acompañamiento al dolor y a los procesos ajenos... Puede que algunas cosas actuales estén tan cagadas que de miedo la realidad pero las fuerzas siempre deben impulsar a algo mejor, desde uno, desde el trabajo forzoso de
trabajarse para ser mejor y poder brindarse con virtudes y defectos, abrirse de par en par como si uno fuera una puerta a otro camino y agarrar las manos de los demás y empezar a construir en esa solidaridad, en esos lazos unidos...
Bauman escribió sus
análisis sociológicos a los 80 años, aporte indestructible para un mundo mejor desde la mirada de un hombre con tantos pasos como sabias arrugas en el cuerpo. Mi
primititita lucha contra su adolescencia, eligiendo entre los caminos conocidos y por conocer, aun sin miedo va suelta y cree ser libre, crece bajo mi mirada protectora de
policía espiando por una ventana. Mi madre adoptiva budista que subida a sus 50 aún lucha por la paz y felicidad de todos y en su rostro hay tanta luz de plenitud, de vivir de acuerdo a lo que dicta su corazón y su moral, de no andar por caminos erróneos y de siempre ayudar, jamás destruir. Mi prima
Pao, prototipo de una
neurótica que se intenta curar con sus lecturas
psicológicas, que pelea con un hijo de la mano para impulsar cambios en su mente, que se debate a diario entre la locura y la cordura, entre el
rivotril y las salidas al sol y cada día superpone lo mejor de sí con lo peor y en esa misma circunstancia no deja de batallar contra el monstruo que el sol le pone de frente cada mañana...
El fin es caminar de la imperfección a la perfección, por más que nunca se llegue al puerto, el sólo hecho de transladarse un poco ya es fin; lo importante es no hacer el camino inverso, no irse para el lado de la destrucción. La modificicación propia es lo que cambia también el ambiente, incluso al universo... Todo está tan unido que en el momento que uno hace algo por sí mismo está haciendo algo por todos lo demás. Ahí empieza el cambio, el otro mundo posible, desde uno y con las manos puestas en las causas ajenas para ayudar. Y porque creo firmemente en esto, batallaré hasta el último de mis días en la primera línea de está revolución aguerrida por la paz y la felicidad de la humanidad... Desde mi lugar, intentando convencer a mis defectos de que es la hora de dormir, tratando de que mis virtudes se hagan grandes, avanzando siempre por el camino de mi verdad...